¿Cómo hacer las rutinas del hogar divertidas y sin conflictos?
- Angela Cortés Segura
- 20 mar 2019
- 3 Min. de lectura
Creo que la mayoría de padres aspiramos a que nuestros hijos realicen una serie de rutinas en casa, como hacer tareas lavarse dientes, comer, bañarse y en fin todas aquellas que se nos ocurren a diario y como consecuencia a veces estas rutinas se convierten en exigencias y si tal vez nos tomaremos el tiempo de mostrárselas a nuestros hijos.
Es ahí donde Montessori daba gran importancia a realizar las presentaciones a los niños para que tuvieran una referencia de cómo hacer las cosas correctamente, de esta manera se aseguraba un buen uso del material (respetándolo) y al mismo tiempo el niño adquiría destrezas en sus movimientos, en su control y voluntad. Pero no solo eso sino que sería capaz de concentrarse en la tarea.
También como lo hablamos en un blog anterior la Disciplina positiva habla de la necesidad de tomarse el tiempo para enseñar, para entrenar ciertas rutinas, evitando así luego malas prácticas o malos entendidos. Hay que asegurarse siempre de qué significa para nosotros por ejemplo que limpien la habitación o que recojan la mesa. Los padres tenemos que “molestarnos” en mostrar a nuestros hijos dando ejemplo, involucrarlos de una manera sana y sensata, donde realmente si exista una conexión con ellos.
Las rutinas también desarrollan la autoestima pues cuantas más cosas hagan nuestros hijos por si mismos más capaces se verán. Más motivados y dispuestos.
Pero claro a veces las rutinas pueden desencadenar batallas: lloros, peleas, negativas, etc.
Las rutinas comienzan con la primera luz del día, y con ella muchas veces las discusiones por no querer hacer o no tener ganas de hacer cierta rutina. No importa si adoptas la filosofía Montessori, Yoga, o Disciplina Positiva, lo importante es encontrara el mecanismo para lograr y evitar batallas desde la hora 0.
Qué tal si creamos en casa con ayuda de nuestros pequeños una tabla de rutinas, aquí el objetivo es dejar participar al niño y que sea su iniciativa las tareas con las que quiere iniciar, después los padres podemos ir incorporando o quitando algunas, explicarle el porqué de estas modificaciones y al final hacerle sentir que está creciendo y por eso debe ir “avanzando de nivel”.
Es muy importante hacer conciencia en el niño que aquí no se incorporan premios y castigos, por hacer “algo”. La idea es confiar en el niño de que es capaz de ser autónomo y valore sus propios progresos.
Mostrarles estas imágenes en las que se muestra de forma secuencial qué rutina es la que corresponde a cada momento. Ayuda a los niños a visualizar, no hace falta que lleve la hora puesta, simplemente se trata de saber qué va a ocurrir, qué es lo que toca, sin sorpresas, sin interrupciones.
Pongamos el caso de un pequeño se acaba de despertar y se va corriendo a su cuarto a jugar “Veo que tienes muchas ganas de jugar ¿viste qué toca en la tabla de rutinas?” le invitamos a mirarla de manera respetuosa, o por ejemplo, imaginemos que no se quiere vestir, el expositor de rutinas puede ser un buen aliado, podemos acercarnos e invitarle “mmm a ver… ¿qué pone en el expositor de rutinas?¿Puedes ayudarme? ”
¿Por qué es un buen recurso?
1. Involucras a tu hijo en la creación de la tabla de rutinas. CONEXIÓN.
2. Evitas tener que decirle a tu hijo “tienes que hacer…” cambiándolo por un “¿qué sigue en tu tabla de rutinas? INVITAS A CONECTAR.
3. Facilitas a tus hijos la memoria, autonomía e independencia a la hora de realizarlas sin necesidad de estar encima o pendiente de ellos. Ellos se sienten más capaces y más motivados. MOTIVACIÓN SIN CONTROL.
Es importante saber que no hay ninguna pócima mágica, y lo que le sirve a una persona no le sirve a otra. Pero sin duda esta si es una herramienta positiva que puede ayudar para crear relaciones en el hogar más saludables y respetuosas.

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