Habitaciones
- Angela Cortés Segura
- 5 feb 2020
- 5 Min. de lectura
Camas y el Ambiente...
La educación Montessori se caracteriza por promover la autonomía e independencia del niño, de manera que este desempeñe un papel activo en su aprendizaje y pueda descubrir el mundo con libertad. Para lograrlo, es necesario adaptar muchos de los objetos cotidianos a su nivel de desarrollo, uno de ellos es la cama.
Normalmente los padres no le prestan mucha atención a la elección de la cama, más allá de las cuestiones relacionadas con la seguridad. Sin embargo, la cama debe garantizar un sueño profundo, básico para el crecimiento y el bienestar de los niños, además de brindarle cierta libertad de movimiento, acorde a su etapa del desarrollo.
Los beneficios de las camas Montessori
Cada pequeño es diferente, por lo que es importante encontrar la cama que se adapte a su personalidad y necesidades. Las camas inspiradas en los principios de la educación Montessori son más bajas, por lo que el colchón prácticamente se coloca al nivel del suelo. Sus beneficios son múltiples, en comparación con las camas de diseño convencional.
· Estimulan la autonomía e independencia. Estas camas no solo están adaptadas al tamaño de los niños sino también a su nivel de desarrollo. Permiten que el niño adquiera una mayor autonomía desde una edad temprana, facilitándole que descubra su entorno, ya que puede subir y bajar cuando lo desee. Además, el hecho de poder acostarse cuando tenga sueño facilita la toma de decisiones autónomas.
· Son seguras. Dado que las camas Montessori se encuentran prácticamente al nivel del suelo, no existe la posibilidad de que el pequeño se caiga y lastime. Además, al eliminar los típicos barrotes de las cunas, también desaparece el riesgo de que el bebé se quede atrapado entre ellos.
· Fomentan el aprendizaje. Las cunas infantiles limitan la libertad de movimiento de los bebés, quienes deben quedarse en ellas hasta que lleguen los padres a sacarlos. La experiencia de estar “encerrados” no suele ser muy agradable para algunos pequeños. Las camas Montessori, al contrario, les brindan la libertad de moverse por la habitación y descubrir su entorno, sin la ayuda de los adultos, de manera que fomentan el aprendizaje autónomo.
En este caso, vamos a ampliar resumiendo algunas de las recomendaciones que existen según la edad de nuestro hijo o hija, para así ir adaptando su dormitorio a la metodología Montessori conforme va creciendo y vamos reforzando su autoestima y autonomía.
Primera Etapa: la consciencia y desarrollo del lenguaje
Habitación Montessori bebé y recién nacido
Para recién nacidos y bebés, podemos aplicar la metodología Montessori de forma flexible. Hasta los 6 meses los bebés demandan mucha atención de sus padres, sobre todo de la mamá, ya que hasta el 9º mes se considera que es un periodo de exogestación, coincidiendo con la edad en la que empiezan a gatear. Por ello, las recomendaciones siempre suelen ir de la mano de un constante contacto físico, mucho mimo y alimentación a demanda para hacer que nuestro bebé se adapte al mundo que le rodea en un entorno de seguridad y amor que le ayude a afianzar su autoestima.
En cuanto a juguetes que se pueden utilizar en esta edad suelen ir orientados a los móviles hasta los 4 meses, y a partir de esta edad los cascabeles o anillas.
Superados los 6 meses se pueden introducir objetos como la caja de permanencia, todo un clásico en la metodología Montessori.
Cuando queremos adaptar también el dormitorio del bebé al método Montessori hemos de tener en cuenta tres pilares clave: el espejo siempre es básico para que el bebé aprenda a ser consciente de su cuerpo y sus movimientos, los colores, siendo más recomendable una paleta de colores en pastel, aunque también se puede optar por acabados naturales, y el espacio libre, velando para que la habitación disponga de un entorno sin obstáculos donde jugar a su antojo.
En esta habitación infantil Montessori un espacio abierto para colocar los juguetes y que la pequeña pueda hacer uso y disfrute de ellos cuando desee, y cuando termine, pueda colocarlos fácilmente.
Habitación infantil Montessori hasta los 2 años
En los dormitorios infantiles para bebés de hasta 2 años podemos ir incorporando más elementos basados en Montessori. Por ejemplo, además de la cama a nivel del suelo, las librerías infantiles bajitas son uno de los muebles más demandados: podemos colocar los cuentos al alcance de nuestros hijos, para que así puedan coger el que más les guste y pasar un rato divertido leyéndolos en su dormitorio.
Como el bebé ya camina podemos colocar láminas a la altura de los ojos que ayuden a desarrollar su imaginación y potencien su inquietud exploradora.
Por otro lado, podemos poner una cama baja o el colchón directamente en el suelo para permitir la autonomía en el sueño, pudiendo ellos mismos levantarse y acostarse con total independencia, lo que refuerza el afianzamiento de su autoestima.
Dormitorio Montessori hasta los 6 años
Una de las habilidades que adquieren nuestros hijos en esta edad es la ordenación. Les encanta clasificar y ordenar, por lo que podemos realizar juegos con láminas o cuentos que podemos colocar en una estantería baja o habilitar una zona de su dormitorio a modo de estudio, con una mesa con sillas de pequeña altura, para que tengan su rincón para jugar y entretenerse. En esta mesa podrán también jugar con tarjetas con letras Montessori y así mejorar su alfabetización, formando palabras donde practican la lectura y escritura a modo de juego.
Además, como nuestros hijos ya han adquirido destreza con la escritura podemos incluir un elemento muy divertido, como es la pizarra. Lo importante es colocarla a su altura para que ellos puedan disponer de su utilización siempre que quieran. Podemos jugar con ellos a cualquier tipo de juego que estimule su imaginación, como completar palabras o adivinar animales.
A los 6 años se finaliza la primera etapa de desarrollo según María Montessori. Al principio, desde el nacimiento hasta los 3 años, el bebé va adquiriendo conocimiento del entorno sin tener plena consciencia de ello. Sin embargo a partir de los 3 años empiezan a desarrollar la memoria y el lenguaje, sin duda uno de los hitos más importantes en el desarrollo como persona.
Desarrollo de la cultura y sociabilidad: desde los 6 hasta los 12 años
En esta segunda etapa, los niños están desarrollando la capacidad de razonar, la parte más práctica de la mente, pero también la creativa, pues son en estos años cuando la imaginación se desarrolla en todo su esplendor. Si tenemos que cambiar su cama, podemos elegir camas un poca altura y mas acorde a su edad pero donde podrán soñar y disfrutar tanto de sus sueños como de largas tardes de juegos y diversión.
Otro de los ejemplos es esta litera con escalera y librería en la parte inferior, con diversos apartados a la altura de los pequeños donde puedan colocar juguetes y libros.
Por otro lado, es importante fomentar su sentido de grupo y su vertiente social. Trasladando esto al dormitorio infantil, podemos colocar camas nido o literas, convirtiendo así el espacio en parte de su crecimiento al abrirse la posibilidad de invitar amigos a casa.
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